Se va terminando el año y es un buen momento para brindar. Como todos los años, tenemos todo listo menos lo de último momento que es casi el setenta y cinco por ciento de todo. Sacá las botellas del freezer. Por qué no se van bañando? No te olvides el Mantecol que tu vieja nunca compra. Ya te bañaste? Filetear la pavita, planchar el vestido, condimentar la salsa, pintarse las uñas. Podés dejar la compu e irte a bañar? Podría ser un 31 más, pero no. Es el de este año y no se repite. ANDA A BAÑARTE!!!!
Se va terminando el año, decía y es un
buen momento para brindar. Por lo vivido y por lo que vendrá. Levanto mi copa
entonces y brindo por el 2015 que termina. Brindo por las diferencias, porque
nos enriquecen, porque nos permiten descubrir, porque nos dan identidad. Brindo
porque esas diferencias nos unan en una charla y ya no nos separen más.
Brindo por nuestras vacaciones, las que
han sido las mejores hasta hoy. Brindo por nuestras playas, que son frías y
ventosas, pero que tienen ese qué se yo, viste? Por nuestra arena gruesa que
pincha los pies en el agua, por la finita del puerto que se amiga con el viento
y molesta en los ojos. Por nuestras olas rompiendo en la escollera, por
nuestros hijos rodando en los médanos, por sus sonrisas aunque llueva los quince
días.
Brindo por la paz, porque ya nadie
busque refugiarse de la guerra y no encuentren más niños muertos en la arena.
Brindo porque la tolerancia reine en el mundo, porque los atentados 2015 sean
la última página negra de la historia de la humanidad. Y como todo siempre
empieza por casa, brindo por los valores, la solidaridad y las palabras
mágicas.
Brindo por la Justicia. Por la condena
de los imputados en la tragedia de Once, porque se esclarezca el caso Nisman,
porque los delitos de corrupción no prescriban y vayan presos los culpables.
Brindo porque un día estemos orgullosos de nuestro gobierno aunque no estemos
de acuerdo o no lo hayamos votado. Brindo por la participación, por la
militancia en los barrios, por el compromiso en lugar de insultar en los bares
y redes sociales.
Brindo entonces por la UCR, por su
reconstrucción y por el espacio en #Cambiemos. Brindo por la convención de
Gualeguaychú y por Sanz que lo hizo posible. Brindo por todos los radicales que
lo apoyaron y por los que no, pero lo respetaron. Brindo por todos los que accedieron
a un espacio de gestión, para que honren sus nombramientos y nadie se acuerde
de sus mamás.
Y hablando de mamás, brindo por mis
hijos, porque son mi norte, porque me sorprenden y me agrandan. Brindo por mi
morochito, porque es gigante, porque su fuerza es única y porque digan lo que
digan, no cambie jamás su capacidad de descubrir, de crear, de preguntar.
Porque ser inquieto, cuando se canaliza como corresponde, no es defecto, es una
virtud. Brindo por Keke, por su inventiva, por sus logros, por su desafío
constante a todo, a todos y a él mismo. Brindo por María Luz, que terminó el
secundario, cumplió 18 y me sigue abrazando como cuando tenía 5. Brindo por
Pedro, por su cariño infinito y porque aunque crezca sigue siendo mi osito. Por
Lucho, por su ternura única, su fútbol, sus pasiones y sus cachetes con
hoyitos. Por Juli, mi princesita mía, por sus manitos, por su primer fin de
ciclo y sus cartitas con corazones. Por Alejo, por Brisa, por el primer año de
Carmela. Por verlos crecer a todos.
Brindo por los que se fueron este año y
nos dejaron su recuerdo eterno. Por los grandes artistas Anita Ekberg, Joe
Rígoli, René Lavand, Ana María Giunta, B. B. King, Sergio Renán, Antonio Dal
Masetto, Phil Taylor y Berugo Carámbula. Por Alejandro Romay y Gerardo Sofovich.
Por el fiscal Alberto Nisman y por Julio Cesar Strassera, por Tomás Bulat y
Eduardo Galeano.
Brindo por el fútbol. Por la copa
América que no ganamos. Y porque van… Brindo por que se juegue con la camiseta
y no con gas pimienta. Brindo por el Rojo de mi vida, por verlo ya sin la
calculadora en la mano, porque ya no se rompan los jugadores, por Cebolla, por
Benitez, por Mancuello, por Pisano. Si, si, está bien. Por Pellegrino también.
Brindo por la educación pública,
siempre. También por el arte que supimos disfrutar, por el cine y entre todo,
nuestro Relatos Salvajes, por el teatro y las citas pendientes, por la música y
los músicos, por los libros que este año casi abandoné.
Brindo por nuestros peces y porque se
agrande la pecera. Por la mesa de fondue las sillas nuevas, mi balcón verde y
porque las lavandas crezcan. Y como no se me va lo nerd, brindo por el iPhone 6S,
el Apple Watch, mi iPad y su stylus. Brindo por mi vecino nuevo, el del super
chino, para que no grite, o por lo menos, que grite en argentino.
Brindo por el trabajo, por los grandes
proyectos, por los diarios. Brindo por mi equipo, que es groseramente
profesional y desafiante, porque sigamos creciendo y pasando buenos momentos. Brindo
por la familia, por el amor, por los amigos. Por los que lo son y los que lo
fueron antes, por los reencuentros y los asados gigantes.
Y ahora sí, brindo por 2016. Por que
nos encuentre juntos y no amontonados, porque se cierre la grieta, la grieta
social, sí, pero sobre todo la de mi baño. Brindo por los proyectos, por el
futuro, por la esperanza, por construir día a día.
Brindo por Ari, por una nueva etapa,
por su ingenio, su energía y su postura ante la vida. Porque siga siendo mi
amor, mi cómplice y todo. Porque siempre seamos mucho más que dos. Brindo porque,
de alguna manera, sigamos hablando de política, por su apoyo a mis gustos tan
diferentes de los suyos, porque el respeto que nos tenemos sea ejemplo para los
hijos. Por el cine, los mates, la tecnología, el sexo y las utopías nuestras de
cada día.
Brindo por mis hijos, por sus sueños,
su educación, sus juegos, sus abrazos, sus “mami” y porque se vayan a bañar sin
que se los pida.
Brindo por tía Mary, y su recuperación
completa. Por los amigos. Por los de siempre y por los que se suman. Por los
proyectos comunes, los brindis, las visitas y las docenas de fondues que les
voy a preparar.
Brindo por las promesas que no voy a
hacer a ver si este año cumplo alguna, Brindo por el Rojo, por supuesto, por
verlo de local y también de visitante. Por una TV sin Tinelli, ni 678, ni
similar que lo reemplace. Por el futuro, porque #Cambiamos, por la libertad,
por la coherencia, por el respeto. Brindo por los ideales, por las pasiones,
por los sueños.
Brindo por mí, por vos, por nosotros.
Por los que ya no están pero estarán siempre.