jueves, 22 de marzo de 2012
OTOÑO
Me despierto hoy extrañamente madrugando al sol. Es la misma hora de cada día y, si bien clarea, aún no hay luz. El calor es tenue y sopla una brisa que no es la de ayer. Levanto las persianas y el alba huele diferente: huele a pintura fresca, a pigmentos nuevos. Y mientras deambulo esta alborada, empiezo a disfrutar de los nacientes matices. Son colores que laten en mí. Rojos. Naranjas. Amarillos. Palpitan, vibran en mi interior. Quizás porque son los que deja el fuego de mi verano. Ese verano que saluda y me promete volver, montado en esa nube que se aleja y ahora deja ver a un débil astro rey. Melancolía. Tiempo de empollar nuevos sueños. Hora de abrigar esperanzas. Momento de inspiración. Sublime estación para sentir.
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Sencillamente: HERMOSO...
ResponderEliminarBeatriz
Gracias, Beatriz!!
EliminarNos despertamos, casi siempre, de repente en el otoño.Como si hubiera un viento que no sopló nunca antes, uno nuevo que nos desnuda, que nos deja infinitamente íntimos. Es especial, no cabe duda.
ResponderEliminarBello escrito, Adri. Un beso grande.
Gracias, Susana!!! Es un bello desnudo el del otoño, es un desnudo de renovación, una intimidad para conversar con nuestra propia imagen de caras al futuro. Gracias otra vez por tus palabras.
EliminarOtoño... hojas muertas que juegan con el viento a las escondidas en los rincones y en las esquinas... una pintura bella! morir para nacer
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