viernes, 25 de mayo de 2012

UN PAIS MEJOR

Viernes. 25 de mayo de 2012. Desayuno en casa. Conversación de hermanos.

- Por qué no vamos al cole? –el menor
- Porque es el día de la patria –el mayor
- Y qué es la patria? –el menor
- Acá, nene, donde vivimos… la Argentina –el mayor con voz de superado

Me quedé pensando en qué grandes están nuestros hijos y en la patria. Las fechas patrias tienen en casa un espacio. No son simples feriados. No me refiero a bañarse con la escarapela puesta, sino a pequeños actos cotidianos que transformamos en referencia. Es común, por ejemplo, hacer empanadas, carbonada, mazamorra o locro para el 25 de mayo o el 9 de julio; o leer las máximas que Don José de San Martín escribió a Merceditas el 17 de agosto.

Salimos de paseo este viernes y por la noche, mientras cenábamos las empanadas del 25, escuchábamos, grabado, el discurso presidencial. Lo escuchábamos hasta que la presidente dijo “La patria no es una entelequia”.

- Má… te puedo hacer una pregunta? –el mayor.

Estaba segura, hijo de que ibas a preguntar. Apenas pronunció “entelequia” lo supe. Tendría que pensar bien si la patria es o no una entelequia antes de contestarte. Debería tratar de entender qué sentido le quiso dar al término. Habrá pensado en Aristóteles? En Hegel? En el diccionario de la RAE? Que sea lo que tenga que ser. Preguntá, nomás.

- Sí, hijo.
- Qué es la patria?

Y como siempre ocurre, los hijos sorprenden. Toda la voz de superado que le habías puesto a tu hermano por la mañana se hizo ternura en la pureza e inocencia de la voz de la noche. Y mirando a los dos a los ojos se me hizo un nudo en la garganta. No puedo evitar pensar en mis abuelos, que dejaron Galicia siendo pequeños y que adoptaron esta tierra como su casa, pero su patria quedó allá. Se trajeron algunas recetas, algunas canciones y unas cuantas heridas. No fueron a la escuela. Aprendieron a los tumbos y se pusieron a trabajar. Arduamente. Se hicieron peronistas, pero nunca votaron acá. Lo que sí hicieron fue pelear por la Argentina. Fueron honestos, construyeron sus casas, educaron a sus hijos.

No puedo evitar pensar en mis padres, que nacieron acá y estudiaron. Continuaron las recetas y sumaron otras más. Incorporaron el tango y el folklore, cerraron algunas heridas de allá y se les abrieron unas cuantas de acá. Mamá terminó la primaria y a papá no le alcanzó para terminar la secundaria. Siguieron estudiando de alguna manera y salieron a trabajar. Arduamente. Papá se hizo socialista de la mano de Alfredo Palacios. Votaron acá. Y sufrieron los silencios cuando no se podía votar. Pero tuvieron la suerte de no tener que irse. Pelearon por la Argentina. Siempre con honestidad, construyeron su casa, educaron a sus hijas y nosotras terminamos la universidad.

Tres generaciones haciendo patria. Siempre buscando “un país mejor”, sabiendo que la “patria” está en nosotros y depende de nosotros. Entelequia? No lo sé.

- Mami… y la patria? – El menor.
- Ah… perdón. Es que me puse a recordar. Patria es sentir la tierra en el alma. Patria es identidad. Es saber que pertenecés a un lugar y que a ese lugar te unen muchas cosas. La familia, los amigos, el colegio, la música, la comida, la historia, los paisajes. Uno reconoce a la patria en la bandera que flamea en lo alto de un mástil, pero también en la camiseta de fútbol con los mismos colores. Hablamos de patria cuando hablamos de Manuel Belgrano, pero también cuando hablamos del médico que operó en el hospital. Decimos Patria con la boca llena cuando decimos “Malvinas”, pero también cuando decimos “Mendoza”, “Chaco”, “Villa 31” o “Palermo”. Patria es el mate, las empanadas, el cordero y la humita en chala. Es el pingüino, el ñandú y el perro de la esquina. Patria es el glaciar, las cataratas y el balcón de casa. Es el ceibo, el ombú y la flor de lavanda que me trajeron al volver del colegio. Patria es eso que hace que no te quieras ir de TU lugar. Y si te fuiste, es eso que hace que quieras VOLVER. Patria es eso que nos impulsa a luchar por “un país mejor”. Patria es mirarlos ahora mismo a los ojos y saber que papá y yo tenemos un excelente motivo para levantarnos mañana e ir a trabajar, para servir un plato de comida caliente a la mesa y compartir el día entre los cuatro, para contarles un cuento antes de dormir, para que ustedes estudien, sean personas de bien y continúen el sueño de los patriotas del 25 de mayo de 1810.

VIVA LA PATRIA!!!