martes, 24 de marzo de 2009

MEMORIA

Para tus pocos años, Ezekiel. Por la memoria del horror. Con el compromiso con la educación, para contar con generaciones pensantes. Con el poder de la libertad. NUNCA MAS.


Me preguntaste esta mañana:


- Mami… por qué no voy al jardín hoy?
- Porque es feriado -te respondí.
- Es día de fiesta? Hay una fiesta en el jardín?
- No, amor… Hoy conmemoramos algo muy feo que pasó en el país, es decir, nos acordamos de eso que pasó para que no pase nunca más.

Y ahí mismo, me dí cuenta de que tu enorme cabecita de 5 años seguiría preguntando. Y qué te digo ahora, pensé.

Yo tenía apenas dos años más que vos cuando apenas comenzadas las clases, nos llevaron a otra escuela a un “acto”. Fuimos todos con nuestros guardapolvos blancos al colegio grande que está en frente de la plaza Alsina, en Avellaneda.

Hacía frío y yo llevaba mi campera roja. Entramos al salón de actos y sobre el escenario había unos cuantos hombres vestidos con ropa militar. Uno de ellos, canoso, con anteojos oscuros que en ningún momento se quitó, comenzó a caminar, siempre con las manos cruzadas en su espalda, por el entablonado y a hablar mirando siempre sus pasos y, cada tanto, a nosotros.

No recuerdo lo que decía, pero en un momento dejó de andar, extendió su brazo y me señaló. “A ver, vos… Subí”. Miré para todos lados como quien espera que sea otro el señalado. Una maestra me vino a buscar y me hizo subir al escenario.

- Te gusta tu campera?
- Sí –contesté asustada.
- Dámela

Y se la tuve que dar. Cuando la tuvo en sus manos me miró y me dijo que ahora la campera ya no era mía sino de todos. Y que la podría usar solo cuando él, que supuestamente daba las órdenes, quisiera.

Me miró fijo, esperó que me pusiera a llorar y entonces levantó la campera en alto como si fuera un trofeo y gritando se dirigió a todos:

- Les gustaría que eso fuera así? Pregunté si les gustaría!!!!! No? Bueno… ESO ES EL COMUNISMO!!!!!!

Me devolvió la campera y una maestra me ayudó a bajar. Llegué a casa llorando y asustada. Papá me explicó, como pudo, que eso no era el comunismo. Pobre viejo!!!!! Días después dejé, muy a su pesar, la escuela pública.

Ese fue mi primer contacto con lo que fue la época más oscura de nuestra historia, hijo. Cómo te explico todo lo que vino después? Cómo te digo lo que era vivir con miedo? Cómo te hablo de los secuestros, de las torturas? Cómo te puedo hacer entender que hubo gente que se tuvo que ir del país? Cómo te expreso el horror de los niños robados, del cambio de identidad? Cómo te cuento, hijo?

Tu vocecita interrumpió el devenir de mis cavilaciones…

- Mamiiiii, te estoy hablando… qué fue eso feo que pasó?
- Vení hijo, sentate a upa…

Te sentaste de costado, pasaste tu brazo derecho por mi espalda y me miraste como esperando un cuento.

- Lo que pasó, Keke, es que teníamos una presidente, una que había sido elegida por la gente. Pero unos intolerantes, decidieron que no les gustaba esa presidente ni otras cosas que pasaban en el país y pensaron que podían arreglarlo dándole órdenes a la gente. Además, no se podían discutir esas órdenes y las decisiones las tomaban unas pocas personas sin que el resto del país pudiera opinar.
- Y si uno no quería “hacer esas órdenes”? Imaginemos que una persona pensara diferente…
- Eso fue de lo más feo que nos pasó, hijo. No se podía pensar diferente. Si no se obedecían esas órdenes, hacían cosas feas, como pegarle a las personas, por ejemplo. Esa situación siguió durante un montón de años, hasta que un día, la gente no aguantó más y juntando fuerza hicieron que otra vez pudiéramos elegir un presidente. Uno que nos guste a todos, a la mayoría, y que tome las decisiones consultando con todos los habitantes del país.
- Y si un día ese presidente no nos gusta más? Otra vez viene alguien a dar órdenes?
- No, hijo. Cuando un presidente no hace lo que el pueblo quiere se elige a otro. Por eso hoy es feriado, para que no nos olvidemos de lo que sufrimos como país, para que siempre conservemos nuestra democracia.
- Qué es la democracia, mami??
- Esto, hijo. Esto es la democracia, que puedas pensar por vos mismo, que no tengas miedo de pensar en nada, que vos me preguntes y yo te pueda contestar.

1 comentario:

  1. Ya te dije, lloré. Y también te dije: espero que nunca terminen de entender nuestros hijos. Que sea muy difícil de creer, que podamos seguir pensando, escribiendo, leyendo, dejandonos la barba, estudiando, juntandonos hasta cualquier hora, creyendo que se puede mejorar, eligiendo qué canal ver, qué carrera seguir, que podamos seguir viviendo en nuestro país a pesar de todo, para cambiarlo...que podamos morirnos en paz, y tengamos un cacho de tierra donde nos pongan una flor, o un pedacito de mármol que diga: Mime 1981 - 2067. Pero que se sanen también ciertas heridas, que podamos volver a confiar en que el que se para en la esquina vestido de azul está para cuidarnos, no es nuestro enemigo. Que deje de ser el bigote, la bota, el opresor; y el que se expresa, un descontrolado, cepa de algo prohibido. No sé si se entiende, porque no sé si me expreso como quisiera. Ojalá que cuando mi hija me pregunte, encuentre palabras...o me quede a mano tu "Memoria".

    ResponderEliminar

"Quien escribe es escritor sólo si ha encontrado quien lo lea."
Gracias por leer y comentar!!