lunes, 8 de marzo de 2010

DIA DE LA MUJER


Copenhague, 1910, II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas. Clara Zetkin, militante del Partido Socialdemócrata de Alemania, propone el establecimiento del Día Internacional de la Mujer Trabajadora como método de lucha por la causa de la mujer. Esta lucha era por la igualdad de derechos: derecho de voto y de ocupar cargos públicos, derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Nueva York, 1911, incendio de una fábrica textil en la que mueren más de un centenar de mujeres. Mueren en defensa de sus derechos: jornada laboral de 8 horas, igualdad de condiciones laborales.
Rusia, 1917, amotinamiento de mujeres en reclamo de Alimentos, “Pan, paz y libertad”. Comienzo de la Revolución Rusa. El gobierno provisional otorga el derecho a voto a la mujer.

Curioso, no? Nada tiene que ver la historia con lo que hoy parece contentar a tantas mujeres. Ahora nos incluyen en todos los discursos con la famosa cuestión de género. Y tengo la sensación de que lo único logrado es alargar el discurso en una clara estratagema gramática: “Queridos y queridas alumnos y alumnas, madres y padres. Estamos aquí reunidos y reunidas…” Para eso lucharon?
Quizás también lo hicieron para conseguir el cupo del 30% de mujeres en las listas de candidatos a una elección. Y así, sólo para cumplir el cupo, hemos escuchado lamentables discursos de candidatas que no voy a mencionar, muchas de ellas artistas que sólo posaban para la foto. Esos eran los derechos?
Es posible que también lo hayan hecho para contar con una mujer a cargo de la presidencia de un país que se encargue de decir en cada discurso lo difícil que le resulta a una mujer ocupar ese tipo de puestos. Esa era la idea?
Seguramente nada de eso las impulsaba. Eran mujeres con coraje, algunas intelectuales, otras no, pero todas bravías. Ninguna oculta tras el patrocinio de un pantalón, sino con luz propia. Aún queda mucho por hacer y por recuperar. No me siento igual a los hombres, no quiero ser igual, pero sí quiero tener igualdad de oportunidades, mismos derechos, mismas posibilidades. No para mí, para todas las mujeres. No para la Argentina, para todo el mundo. No para hoy, para siempre.
Gracias por la lucha de género, pero no quiero escucharlo o leerlo sólo en el discurso, me parece una burla.
Gracias por la lucha de cupo, pero no quiero ser un número puesto en la lista, quiero personas capaces, idóneas en puestos de gobierno, no un porcentaje obligado.
Gracias por la posibilidad de contar con mujeres dispuestas a ocupar el cargo de presidente (y no voy a decir presidente o presidenta) de la nación, pero sin victimización en la oratoria. Eso es igualdad, el resto es discriminación desde el género mismo.
El día Internacional de la Mujer no es un día comercial. No es un día para recibir tarjetitas de felicitación. No es un día para poner en el florero del escritorio la rosa que envia Recursos Humanos.
Creo que este día es para reflexionar, para recordar los logros de muchas mujeres que lucharon por nuestros derechos. Creo que este día es para continuar con esa empresa. Existen aún muchas mujeres en el mundo sin acceso a derechos básicos como la educación.
Este es un día en el que tengo más ganas que nunca de pedir cambios, de exigirlos, de participar, de recordar y recordar a todas aquellas mujeres que dedicaron su vida a esta lucha.
Tengo muchas ganas hoy de llorar también por algunas conquistas que hemos malogrado, como la jornada de 8 horas, la guardería en el lugar de trabajo o el tiempo de lactancia.
La mayoría de las mujeres no es diputada, ni senadora, ni presidente. Pero todas tenemos un hogar y/o un trabajo y/o una familia y/o un barrio. Ese es nuestro lugar de acción y ahí no voy a claudicar. Por el compromiso, la responsabilidad, la coherencia en todos los ámbitos y la dignidad, SALUD!!

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